viernes, 10 de febrero de 2017

Merceditas Valdés




Merceditas Valdés. Cantante. La Pequeña Aché de Cuba, como le llamó Fernando Ortiz, representativa de la música afrocubana.
Síntesis biográfica
Nacida el 24 de septiembre de 1928 día de la Virgen de las Mercedes (a eso se debe su nombre), en el barrio habanero Cayo Hueso, en las calles Neptuno y Hospital de Centro Habana, lugar célebre por sus grandes tradiciones musicales.
Su padre pertenecía al grupo de “Los Roncos” dirigido por el experimentado rumbero Ignacio Piñeiro, pero aún así él se oponía a que su hija siguiera su misma trayectoria. En cambio la madre hizo todo lo posible para desarrollar las aptitudes de la niña.
Merceditas Valdés tenía hecho Oshún, su padre en el santo era Shangó y su nombre ritual era Okan Tomí.
Estudios
Inició los estudios musicales en conservatorios inusuales que para ella fueron las improvisaciones callejeras, las casas de santos, las comidas criollas que terminaban con un guaguancó tocado con cajas de bacalao y las célebres procesiones del Cabildo de Regla donde entonaban cantos alegóricos a Yemayá.
No tuvo profesores con títulos académicos porque Jesús Pérez, Trinidad Torregrosa, Raúl Díaz y Pablo Roche eran babalaos y santeros que habían realizado su recorrido por la música afrocubana sin lecturas de pentagrama, pero con capacidad auditiva para necesaria para convertirse en notables ejecutantes y cantantes.
Ella estudiaba en la escuela de monjas “Las Oblatas de la Providencia”, situada en la calle Lealtad entre Salud y Reina en Centro Habana.
En la escuela mencionada Merceditas estudia junto a las hermanas de Obdulio Morales quienes la exhortan a cantar en los programas ocasionales que daba su hermano, no obstante la pequeña cantante se presenta en un programa que daba la emisora radial CMQ, situada en Monte y Prado con el titulo de “La Corte Suprema del Arte”.
La joven intérprete accede y previa complicidad con su madre se incorpora al eminente profesor que le imparte mucha de la sabiduría que él conocía sobre la lengua africana. Merceditas poseía una maravillosa voz, y alguna experiencia que ya había escuchado de su padre.
Carrera profesional

Desde muy joven asistió a las procesiones del Cabildo de Regla, presidido por Susana Cantero. Ganó el primer premio en la Corte Suprema del Arte, con las obras Babalú, de Margarita Lecuona, La negra Merced, de Ernesto Lecuona, y El churrero. El tamborero Jesús Pérez le enseñó a cantar yorubá y Palo Monte.
Su carrera profesional la inició en Radio Cadena Suaritos, acompañada por una orquesta dirigida por Obdulio Morales otro de sus maestros, y con un grupo de tamboreros encabezado por Trinidad Torregrosa. En Radio Cadena Suaritos hizo el primer programa de música yorubá trasmitido por una radioemisora. Este programa le permitió que fuera conocida por el sabio cubano Fernando Ortiz, quien en 1944 la contrató para que trabajara con él como ilustradora de sus conferencias e investigaciones, quien la calificó como un «documento etnográfico vivo».
En 1951, el compositor y director de orquesta Enrique González Mántici creó y dirigió el programa Rapsodia negra, que se trasmitió por CMQ radio, con el propósito de que lo protagonizara Merceditas Valdés. En 1954 Ortiz la presentó en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, con los tambores, y auspiciada por la Sociedad Pro-Arte Musical, realizó una gira con este por todo el país, ilustrando sus conferencias. Ese mismo año, actuó en el Carnegie Hall, acompañada por una orquesta de ochenta músicos dirigida por el compositor Gilberto Valdés, e interpretando las obras del mismo: Ogguere y Bembé.
Merceditas Valdés también trabajó con el musicólogo y compositor Argeliers León. La soprano y profesora de canto Zoila Gálvez, la presentó en el Club Atenas. Trabajó en los clubes de la Playa de Marianao: Pennsylvania, Panchín y Mi Bohío, junto a Silvano Shueg (El Chori). También trabajó en el Cabaret Tropicana en las producciones de Roderico Neyra (Rodney): Carabalí y Tambó; en este mismo cabaret actuó junto a Nat King Cole, Sarah Vaughan, cantantes; Roy Haynes, baterista; Jimmy Jones, pianista, y Richard Davis, bajo.
En el cabaret Sans-Souci, formó parte del espectáculo Zun zun Dan Baé, con Johnny Mathis; con este mismo espectáculo se presentó en el hotel Flamingo, Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, acompañada por la orquesta de Miguelito Valdés y con coreografía de Rodney, y más tarde, en el Carnegie Hall de Nueva York. Posteriormente viajó a ese país con el conjunto Gloria Matancera.
Como intérprete incursionó en el guaguancó, la guaracha, el pregón, los cantos de cuna y casi todos los cantos de origen africano. Sobre la interpretación de estos, expresó:
«Los cantos tienen su significación y mensaje. Cuando evoco... (beronia Abegbeb Oshún...), lo hago despacio, lentamente, pues en la leyenda ella entra con sensualidad y belleza, moviendo un abanico.»
Precisamente, para Ortiz:
«El prestigio del solista estriba principalmente, según la índole del canto, en su gran repertorio litúrgico y en su uso de las lenguas africanas.»
Sin dudas, Merceditas Valdés reunió todas estas cualidades, lo que hizo que Ortiz y otros informantes prefirieran siempre trabajar con ella como ilustradora.
En 1993 la Academia de las Artes y las Ciencias de la Grabación (CARAS), de Canadá, le otorgó el Premio Juno, por su disco Spirits of Havana, y en 1996 la UNESCO, la Medalla de Oro Picasso y el Diploma de Mérito, en acto efectuado en el Teatro Nacional de La Habana. Fue miembro de los grupos Yoruba Andabo, Los Amigos, ORU, dirigido por el compositor y guitarrista Sergio Vitier, con el cual en 1988 viajó a España y Canadá.
Actuó en el filme Yamba-O, dirigido por el Indio Fernández, y en el corto musical Zamba. Realizó giras por Venezuela, Colombia, Jamaica, Haití, Canadá, Estados Unidos, España, antigua Unión Soviética (allí se presentó en el Palacio de los Congresos del Kremlin).
Bibliografía
  • Miguel Barnet. «Merceditas Valdés. La pequeña aché». Granma (La Habana), 25 de diciembre de 1990: 4.
  • Maritza Barranco. «Cara a cara con Merceditas Valdés». Cuba Internacional (La Habana) (272): 65-67, agosto de 1992.
  • Mayra A. Martínez. «Merceditas Valdés, cantar siempre». En: Cubanos en la música. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1993.
  • Fernando Ortiz [3ra. ed.]. Los Bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1993.
  • Lourdes Pasalodos. «Merceditas Valdés, aquí estoy yo». El Caimán Barbudo (La Habana) (254): 22-23, enero de 1989.
  • Nancy Robinson Calvet. «Merceditas Valdés, fiel a su origen». Trabajadores (La Habana), 29 de septiembre de 1990: 10.
  • Omar Vázquez. «Merceditas Valdés: la “pequeña aché”». Granma. Resumen Semanal (La Habana), 15 de octubre de 1989: 6
  • «Aché para Merceditas». Granma (La Habana), 7 de mayo de 1996: 6
  • «Adiós a la pequeña aché». Granma (La Habana), 14 de junio de 1996: 6.
Fuente

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