martes, 5 de septiembre de 2017

MA´ LOISA. Reina del Cabildo de los Congos Reales



Por: Lic. Geobanys Valle 
Fecha: 05 de septiembre de 2017


 
Guasimal, un pueblo ubicado hacia el sur de la provincia espirituana, siempre tuvo una considerable presencia de negros esclavos, que llegaron de casi todo el continente africano: de Nigeria, Etiopía, Congo, Guinea Bissau y otros países, hasta de la región de Haití. Sin embargo, fue la presencia del Taita de todos los Valle, Cocotú, quien determinó la estabilidad en este barrio de una de las más profesadas religiones afrocubanas: la santería, durante la etapa colonial y la República Neocolonial.
Otra figura relevante en la localidad que introdujo las prácticas de las religiones cubanas de origen africano, en los finales del siglo XIX principios del siglo XX, fue la Reina del Cabildo de los Congos Reales de Paredes, Trinidad y Guasimal, Ma´ Loisa, quien vivía con Domingo Criollo, su primer marido, y su familia en un pedazo de tierra ubicado en Las Bocas.
Entre las fiestas religiosas que ésta daba en su Cabildo estaba la del 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, en conmemoración con los Congos Reales; el 4 de diciembre, día litúrgico de Santa Bárbara, santa venerada que se relaciona con el popular orisha de los yoruba Changó, y con la deidad de los paleros Siete Rayos; y también el día 7 de septiembre en la víspera del día 8, día de la Virgen de la Caridad, sincretizada con la bella y sensual Oshún igualmente de los yoruba, la Mama Chola de los paleros, entre otras festividades. El congo de nación Alejo dirigía los toques de tambor en su Cabildo. Utilizaba un solo tambor de no menos de un metro de largo, que se colgaba al cuello, de igual diámetro por ambos lados y un solo cuero, cogido por cuñas de madera.
  Entre las variadas comidas que se preparaban durante las celebraciones de las fiestas santeras, se encuentra el arroz cocinado con hojas tiernas de guengueré. También se preparaba el frijol gandul, pero no sacaban los frijoles de sus cajetas, sino que estas se picaban en trozos y se cocinaban en esa forma para su consumo directo.
  Cuando los congos reales celebraban sus bembé, junto con los criollos preparaban una bebida fuerte que llamaban Sol y Sombra, consistente en la mezcla entre el anisado y otra bebida que en aquellos momentos conocían como ajen. E igualmente se hacía vino o aguardiente de maíz seco, al que le agregaban varios dientes de ajo y algunos granos de pimienta, el Malafu, una bebida que se obtenía al agregarle a un litro de aguardiente de caña varios granos de pimienta y alrededor de una cabeza de ajo machacada; y el Pulli, otra bebida preparada por los negros criollos y también por los blancos, que era una mezcla en proporción parecida de ron y vermouth.   
  Dentro de los dulces y comida estaba el amalá, el calalú, el pan de caracas, que era un tipo de dulce similar a un panque o gazeñiga preparados por los negros de nación y también los criollos, donde se cocía cierta cantidad de maíz seco para quitarle el pellejo y después de frío se molía, se formaba una masa a la que se le agregaba azúcar, mantequilla y pasas, según se iba mezclando el maíz molido con esos ingredientes, se le adicionaba agua, dándole la forma de una pelota grande para que cogiera consistencia y posteriormente se le iba quitando pedazos a esa bola para darle la forma de una panetela, que se colocaba en una hoja de papel debidamente engrasada y se ponían al horno; el cacalote o huevo de negro, dulce preparado por los negros de nación y los criollos igual, que era una bola confeccionada a base de maní tostado y molido junto con ajonjolí, al que se le agregaba miel de abejas o agua con azúcar bien espesa, que permitía que la mezcla se uniera bien haciéndose unas bolas del tamaño de un huevo de gallina; y el frangollo, otro dulce casero hecho por los congos y criollos, que para prepararlo se tomaban varios plátanos vianda verdes y se cortaban en rueditas (como para hacer chicharritas), estas rueditas se freían y después de fritas se molían, con la masa lograda se hacía una mezcla con agua azucarada y después de elaborada debidamente a mano, se cortaban en trocitos y a cada uno se le daba la forma de un rombo más bien pequeño, luego se ponían los rombitos al aire, tapados con tela de malla para que se secaran bien y quedaban listos para comer.
  Cuando la Reina Ma´ Loisa se enfermó fue trasladada para Guasimal por Benancio Vera, Ángel Casinda y Juan Bautista Vera, para la casa de su ahijado Leoncio Roche, donde murió tiempo después, en los primeros años del siglo XX. Posteriormente, el sitio donde estaba el Cabildo de la Reina Ma´ Loisa en Las Bocas fue ocupado por Nicanor Orizondo, quien luego lo vendió a una familia de apellido León. 
  Rafael Antonio Companioni, quien llegó a conocerla, decía que la Reina Ma´ Loisa vestía con ropa holgada, bien ancha, y llevaba una cinta verde malva de unas 4 pulgadas de ancho, cruzadas en el pecho y espalda, y la ropa le llegaba hasta los tobillos. Usaba muchos pulsos, sortijas y cadenas, todo de oro, y su traje era de color amarillo. 
Otra de las instalaciones dedicadas al culto de las religiones cubanas de origen africano era la Casa de Santa Bárbara, una casa templo en la calle Aprendiz en Guasimal (al parecer en la casa en la que después residió Gualberto Saucedo junto a su familia, pues allí, donde antes vivía Margarita Talaya, hubo un cabildo adonde asistía también Margarita Comesaña) cuya propietaria fue Ma´ Catalina, otra negra de nación. Esta tenía cargos entre la sociedad que los negros no tenían.
En su casa templo se tocaba bembé, y a estas fiestas iba Ma´ Loisa, antes de llegar al Cabildo de Narciso Lara. Alguna de las canciones interpretadas en las celebraciones mágico-religiosas en la Casa de Santa Bárbara de Ma´ Catalina, están las siguientes notas:

Canto 1: He araka
Araka molurdé.
Lorisa okúo
He araka
Araka molurdé
Lorisa okúo ayé.

Canto 2: Oyelé,
oyelé,
 oyelé
con silaza.
(se repite 5 veces)

  El otro lugar del que se tiene referencia hasta el momento fue el mencionado Cabildo de Narciso Lara, radicado en la calle Lersundi y Campo Florido, a cuyas celebraciones religiosas asistía igualmente la Reina Ma´ Loisa, después de haber ido primero a la Casa de Santa Bárbara de Ma´ Catalina. Narciso Lara era un negro de nación, que crió a Luisa Bastida y a Juan Brunet (Cangalito). Muchas de las celebraciones mágica-religiosas realizadas en Guasimal tenían lugar en su Cabildo, que era una casona grande, donde se daban grandes fiestas adonde asistían muchas personas negras y algunos blancos también. 

(Tomado de Guasimal. Su historia y tradiciones. Libro inédito de Geobanys Valle)