Lázaro Ros. A los 13 años comenzó a cantar en
las fiestas de santos y viajaba constantemente a Matanzas, donde los más
respetados templos empezaron a identificar la voz de quien ha trascendido como
el más grande akpwon (cantante) de música lucumí y arará de Cuba.
Síntesis biográfica
Infancia y Juventud
Nació el 11 de mayo
de 1925 en Santo Suárez, La Habana.
Trayectoria
En 1949 comenzó a presentarse
en un programa de música folklórica en la emisora Cadena Azul. Diez años más
tarde integró el colectivo que llevó, por primera vez, un espectáculo
afrocubano al teatro, en la Sala Covarrubias del Teatro
Nacional. Es uno de los fundadores del Conjunto Folklórico Nacional (CFN),
institución con la que ha recorrido el mundo. Prestigiosos investigadores
cubanos como Argeliers León, Miguel Barnet,
Isaac Barreal, Alberto Pedro y Rogelio Martínez Furé, bebieron de su
inagotable saber.
Trabajó con
el Ballet Nacional de Cuba y la Orquesta Sinfónica de Matanzas,
así como en el filme María Antonia. Es autor de las obras para
teatro: El Alafín de Oyó y Arará.
Se desempeñó como profesor de la Escuela Nacional de Arte, del Instituto Superior de Arte y del FolkCuba. En sus numerosas
giras internacionales grabó música folklórica para la radio y la televisión de Bélgica, Argelia y España, para la colección
discográfica Chant du Monde, en Francia, y la cadena BBC,
de Londres.
Sin dudas, su obra más trascendente es la colección de discos sobre cantos
yorubas Orisha Ayé.
Cantando
como bajo o llegando a los más estridentes agudos, su potente y hermosa voz, de
amplísimo registro le permitió actuar junto a importantes figuras tanto de la
música lírica como de la música más contemporánea. Con Suite Cubana del
coreógrafo Ramiro Guerra
debutó en el cine, participó también en Osain y otros cortos y documentales con
el tema de los antecedentes africanos y la santería cubana, entre ellos El
Mensajero de los Dioses, Iroko, Shangó y la jicotea y Ogún.
Tenía hecho Oggún, Ocha Niwe era su nombre ritual, y fue el más famoso de los akpwones cubanos, quien
logró convertirse en un profesional del canto y la danza folclórica sin
apartarse en ningún momento de su culto religioso, donde aprendió y desarrolló
su capacidad y talento como cantador: la Regla de Ocha.
Fiel a su mentalidad abierta, cuando Carlos Alfonso
y Pablo
Menéndez lo invitaron a que compartiera sus cantos y los insertara
en la órbita rock, Lázaro no solo se prestó gustoso, sino que se entregó a
plenitud a esa nueva experiencia estética con los grupos Síntesis
y Mezcla.
Muerte
Falleció el 8 de febrero
del 2005 en la Ciudad de La
Habana a los 80 años, víctima de un cáncer. Será siempre recordado
por los méritos alcanzados en su extensa labor como apwon del rico y ancestral
folklore afrocubano, profesor de varias generaciones, por su alta capacidad
alcanzada en años de estudios y superación. Su canto se proyectó al universo
con la potencialidad de Oggún y el lirismo de la suavidad de Ochún, para
mostrar a la humanidad la supervivencia de quinientos años en cantos y rezos,
todos nacidos en las más intrincadas entrañas de su raza, llena de ecos y
lamentos.
Logros, reconocimiento y aportes
Condecoraciones
Al recibir
la Orden Félix Varela,
de Primer Grado, otorgada por el Consejo de Estado. Estaba muy enfermo, pero
dicen quienes presenciaron la escena que hubo un chispazo de luz en su mirada.
Quizá el gran apkwón (maestro), en ese momento, sacaba cuentas de su vida. En
verdad, en el reino de este mundo, supo cumplir con su identidad como un
príncipe.
Premio Ross
Obtuvo
diversos premios entre los que se destacan el Tonel de Oro Collar de Plata, París; Grand Prix en el
Festival de Bílica, Francia;
Primer Premio en el Festival de Venecia, Italia; Grand Prix Templo de Oro, Sicilia, Italia. Premio Cubadisco
2001, Posee tres nominaciones a los Grammy
Latinos por sus discos Yemayá (1999), Oshún (2001)
y Shangó (2002).
En 2003 recibió el Premio
Nacional de la Música.
Premios discográficos
Premiado por
la Fundación Fernando Ortiz, que le fue otorgado el 16 de julio
del 2002 fecha del natalicio
de Fernando Ortiz, donde Miguel Barnet, señaló que: "Lázaro Ros ha
surgido de lo más legítimo de Cuba, de las tradiciones populares, y ha
alcanzado el máximo nivel como solista en la música ritual yoruba por sus
excepcionales dotes naturales que él ha sabido aprovechar y encauzar con su
inteligencia y empeño puesto en las tradiciones de origen africano.
Recibió la
llave de la Ciudad de Boston,
Diplomas de la Universidad de L.A., Artista Emérito de UNEAC, la Medalla de la Cultura
Cubana y la Medalla Alejo Carpentier.
Lázaro Ros
trasmitió con su increíble melodía, el sentir de nuestros ancestros. Con su
potente voz y cadencia, supo trasmitirnos sus más preciadas virtudes: Amor,
amistad, respeto y melodía, así como esa ingenua picardía con que miraba a su
atento y cómplice auditorio.
Fuentes
- Granma, 09/02/05.
- 2008. Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba.
- Cubarte
- Cubahora
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