viernes, 10 de febrero de 2017

Lázaro Ros




Lázaro Ros. A los 13 años comenzó a cantar en las fiestas de santos y viajaba constantemente a Matanzas, donde los más respetados templos empezaron a identificar la voz de quien ha trascendido como el más grande akpwon (cantante) de música lucumí y arará de Cuba.
Síntesis biográfica
Infancia y Juventud
Trayectoria
En 1949 comenzó a presentarse en un programa de música folklórica en la emisora Cadena Azul. Diez años más tarde integró el colectivo que llevó, por primera vez, un espectáculo afrocubano al teatro, en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional. Es uno de los fundadores del Conjunto Folklórico Nacional (CFN), institución con la que ha recorrido el mundo. Prestigiosos investigadores cubanos como Argeliers León, Miguel Barnet, Isaac Barreal, Alberto Pedro y Rogelio Martínez Furé, bebieron de su inagotable saber.
Trabajó con el Ballet Nacional de Cuba y la Orquesta Sinfónica de Matanzas, así como en el filme María Antonia. Es autor de las obras para teatro: El Alafín de Oyó y Arará. Se desempeñó como profesor de la Escuela Nacional de Arte, del Instituto Superior de Arte y del FolkCuba. En sus numerosas giras internacionales grabó música folklórica para la radio y la televisión de Bélgica, Argelia y España, para la colección discográfica Chant du Monde, en Francia, y la cadena BBC, de Londres. Sin dudas, su obra más trascendente es la colección de discos sobre cantos yorubas Orisha Ayé.
Cantando como bajo o llegando a los más estridentes agudos, su potente y hermosa voz, de amplísimo registro le permitió actuar junto a importantes figuras tanto de la música lírica como de la música más contemporánea. Con Suite Cubana del coreógrafo Ramiro Guerra debutó en el cine, participó también en Osain y otros cortos y documentales con el tema de los antecedentes africanos y la santería cubana, entre ellos El Mensajero de los Dioses, Iroko, Shangó y la jicotea y Ogún.

Tenía hecho Oggún,  Ocha Niwe era su nombre ritual, y fue el más famoso de los akpwones cubanos, quien logró convertirse en un profesional del canto y la danza folclórica sin apartarse en ningún momento de su culto religioso, donde aprendió y desarrolló su capacidad y talento como cantador: la Regla de Ocha. Fiel a su mentalidad abierta, cuando Carlos Alfonso y Pablo Menéndez lo invitaron a que compartiera sus cantos y los insertara en la órbita rock, Lázaro no solo se prestó gustoso, sino que se entregó a plenitud a esa nueva experiencia estética con los grupos Síntesis y Mezcla.
Muerte
Falleció el 8 de febrero del 2005 en la Ciudad de La Habana a los 80 años, víctima de un cáncer. Será siempre recordado por los méritos alcanzados en su extensa labor como apwon del rico y ancestral folklore afrocubano, profesor de varias generaciones, por su alta capacidad alcanzada en años de estudios y superación. Su canto se proyectó al universo con la potencialidad de Oggún y el lirismo de la suavidad de Ochún, para mostrar a la humanidad la supervivencia de quinientos años en cantos y rezos, todos nacidos en las más intrincadas entrañas de su raza, llena de ecos y lamentos.
Logros, reconocimiento y aportes
Condecoraciones
Al recibir la Orden Félix Varela, de Primer Grado, otorgada por el Consejo de Estado. Estaba muy enfermo, pero dicen quienes presenciaron la escena que hubo un chispazo de luz en su mirada. Quizá el gran apkwón (maestro), en ese momento, sacaba cuentas de su vida. En verdad, en el reino de este mundo, supo cumplir con su identidad como un príncipe.
Premio Ross
Obtuvo diversos premios entre los que se destacan el Tonel de Oro Collar de Plata, París; Grand Prix en el Festival de Bílica, Francia; Primer Premio en el Festival de Venecia, Italia; Grand Prix Templo de Oro, Sicilia, Italia. Premio Cubadisco 2001, Posee tres nominaciones a los Grammy Latinos por sus discos Yemayá (1999), Oshún (2001) y Shangó (2002). En 2003 recibió el Premio Nacional de la Música.
Premios discográficos
Premiado por la Fundación Fernando Ortiz, que le fue otorgado el 16 de julio del 2002 fecha del natalicio de Fernando Ortiz, donde Miguel Barnet, señaló que: "Lázaro Ros ha surgido de lo más legítimo de Cuba, de las tradiciones populares, y ha alcanzado el máximo nivel como solista en la música ritual yoruba por sus excepcionales dotes naturales que él ha sabido aprovechar y encauzar con su inteligencia y empeño puesto en las tradiciones de origen africano.
Recibió la llave de la Ciudad de Boston, Diplomas de la Universidad de L.A., Artista Emérito de UNEAC, la Medalla de la Cultura Cubana y la Medalla Alejo Carpentier.
Lázaro Ros trasmitió con su increíble melodía, el sentir de nuestros ancestros. Con su potente voz y cadencia, supo trasmitirnos sus más preciadas virtudes: Amor, amistad, respeto y melodía, así como esa ingenua picardía con que miraba a su atento y cómplice auditorio.
Fuentes

No hay comentarios:

Publicar un comentario